El poblado de Minas no debe su fundación a un propósito deliberado, sino que surge como consecuencia natural de la explotación minera en esta zona y de ahí vino su nombre. En sus inicios se le llamo “Las Minas”, sin embargo con el paso del tiempo fue omitida la primera partícula, hasta llegar a nuestros días tal como lo conocemos o sea “Minas”. También aparece en fecha tan temprana como 1734 sitios y corrales en el hato “La Mina” singularizando su nombre, lo que permite suponer que su pluralidad se debe a más de un yacimiento minero descubierto en este territorio.
Hay sin embargo otro factor que si bien es cierto que no determinó propiamente su nombre, sí influyó a la fundación y supervivencia del mismo y que ha permitido que aquel pequeño caserío, hoy convertido en pueblo haya resistido más de siglo y medio de existencia, este es el paso del ferrocarril Puerto Príncipe – Nuevitas, del cual y hicimos referencia y que se concluyó en su primer tramo en el año 1846.
Cuando se inauguró el ferrocarril Nuevitas – Puerto Principe, se erigió una casa de pasajeros denominada “Las Minas”, aunque otras fuentes citan este hecho con posterioridad lo cierto es que en 1860 ya existe, alrededor de la cual se fueron nucleando algunas viviendas, mínimas primero, pero que aumentaron con rapidez hasta que alcanza la categoría de poblado.
Otro aspecto que mucho influyo en su desarrollo poblacional sin dudas lo fue la llegada de refuerzos del ejercito español a mediados de 1869, con el objetivo de restablecer las comunicaciones de Puerto Príncipe con Nuevitas, afectadas por la guerra, desplegándose más de 2 mil efectivos ha todo lo largo de la vía férrea, pues su situación de punto intermedio entre estas dos poblaciones, así como estar amenazada esta zona por las fuerzas mambisas que operaban en la Sierra de Cubitas y Maraguán, obligaron al mando español a establecer en este lugar una fuerte guarnición.
En los comienzos de 1870, con la llegada de más de 14 mil refuerzos dirigidos personalmente por el Capitán General Caballero de Rodas, se desató una fuerte ofensiva española que desalojó a las fuerzas cubanas de esta zona, separando a las familias de mambises de las fuerzas que combatían, con el objetivo de obligar a estos últimos a presentarse. Las familias ricas tuvieron la opción de salir al extranjero, pero las pobres, así como las llamadas “pacificas” o “majases” fueron concentradas en los alrededores de estas guarniciones enemigas. El abandono de las zonas campesinas de este territorio por sus moradores, durante 1870 y 1871, por los motivos expuestos anteriormente permitió que ya en 1875, Las Minas fuera practicamente un poblado.(69)
Otros núcleos poblacionales de importancia dentro del territorio del actual Municipio Minas, lo constituyeron los poblados de Redención, El Senado y El Lugareño, los que surgieron como tales en las dos últimas décadas del pasado siglo.
El surgimiento y desarrollo de estas comunidades estuvo dado por el avance de la industria azucarera, puesto que a partir de la década del 80, surgieron modernos centrales que paralelo a su funcionamiento y desarrollo, necesitaron cada vez más de que la mano de obra utilizada residiera en las cercanías de las fabricas y las plantaciones cañeras, lo que hizo en estos casos que el crecimiento de la población aumentara en dependencia directa con el nivel de desarrollo que se va generando en estas industrias.
Un ejemplo de este fenómeno lo fue el poblado de Redención el cual surgió como consecuencia del establecimiento a partir de 1880 – 81 del central del mismo nombre, sin embargo no mantuvo esta comunidad el mismo desarrollo que la de El Senado y El Lugareño, fabricas de azúcar que arribaron sin grandes contratiempos económicos al nuevo siglo. En el año 1896, al acampar el Generalísimo Máximo Gómez, en el Central “La Redención” ya destruido no hace referencia alguna al poblado, aclarando que el mismo se encuentra cerca de Minas, “plaza fortificada”.
Es imposible pensar que de haber existido allí una población numerosa y dada su cercanía al ferrocarril de Puerto Príncipe – Nuevitas el gobierno español no hubiera fortificado esa zona, esto hace pensar que con la desaparición de dicho central desapareció también la gran mayoría de su población original, que emigró hacia otras zonas, aunque perdurando su nombre el cual ha llegado hasta nuestros días. Esto hace que siendo el segundo más antiguo de los centrales e ingenios que hemos mencionado no posea un desarrollo similar a los demás.
Los Centrales “El Senado” y “El Lugareño” en los cuales se encuentran núcleos poblacionales de importancia, tuvieron su origen por las mismas causas expuestas anteriormente, con la salvedad que estos mantuvieron un estable desarrollo económico, el cual fue en ascenso al llegar el nuevo siglo, por lo que estable y en ascenso fue también su desarrollo como poblado.
Resulta imposible determinar la fecha exacta del surgimiento de estos pueblos que conformaron en el pasado siglo y conforman hoy los núcleos poblacionales más importantes del Municipio Minas.