Minas - Camagüey

Un pueblo trabajador.

Credos y religiones

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La religión católica fue desde la época colonial, la predominante en el territorio, la iglesia había sido construida a inicios de siglo en la calle Cisneros con los materiales de la vieja iglesia que en la guerra de 1895, había sido utilizada como cuartel del ejército español. En 1934 se construyó un nuevo edificio en el mismo lugar que ocupara la anterior, la cual mantiene en la actualidad las mismas características en la estructura de su construcción.

Desde la fundación de la primera iglesia católica la patrona del pueblo es la Purísima Concepción. Los días 8 de diciembre  de cada año se celebraba  esta  festividad de forma solemne. Los festejos comenzaban en horas de la mañana  con una misa en la iglesia en la que era frecuente que asistieran personalidades eclesiásticas, tal era el caso de Manuel Arteaga quien al decursar del tiempo llegó a ostentar la jerarquía de Cardenal. En la tarde se sacaba la virgen en procesión por las calles en la que participaban una gran cantidad de personas. Estas actividades fueron decayendo con los años hasta que sólo se celebraba la fecha con una misa.

En enero de 1943 se fundó la "Unión # 100 de Caballeros Católicos de Minas" dedicada a propagar esta religión y a realizar actos benéficos y patrióticos. Existió además por esta época la "Asociación de Damas Católicas" en la que se practicaban normas  que influían en el desenvolvimiento de la conducta y de la vida en sociedad tan importantes dentro de la etapa histórica que se analiza.

La iglesia católica en Senado se inauguró en 1915 con la boda de Emilio Sánchez Laurent, uno de los hijos del propietario del central. Había capillas además en las zonas rurales como Las Mercedes, La Esperanza y La Cámara, donde se daban misas frecuentemente.

Con el dominio neocolonial norteamericano se inicio en el territorio la práctica de la religión protestante, realizadas por un misionero norteamericano conocido como el Reverendo David J. Wilson quien desempeñó por varios años la Superintendencia de la Misión Bautista de Cuba Oriental.

Numerosos fueron los misioneros que secundaron la labor del Reverendo Wilson, hasta que en el año 1912 fue designado Pastor de la iglesia el joven de origen avileño Maximino Martel  Fragoso, graduado de los Colegios Internacionales, el cual tenía su residencia en Nuevitas y tenía a su cargo las dos iglesias. 

Al ser trasladado este en 1914 pasa a ocupar su lugar el Reverendo Manuel Caballería Galí, el cual pudo contar con la colaboración  de una joven cubana graduada en la Escuela Misionera de Chicago, quien logró establecer contacto con gran número de familias del poblado mediante sus visitas y clases gratuitas de música, inglés y labores manuales que ofrecía en su domicilio a los alumnos de la escuela dominical.

La obra Bautista tiene en esta época un período floreciente; se celebraban excursiones, reuniones sociales y veladas literario - religiosas que se celebraban en la capilla y en determinadas ocasiones en el parque local.

Estas actividades comenzaron a decaer  y hacia 1916 por convenio efectuado entre la denominación Bautista y la Metodista, esta última tomó bajo su responsabilidad la continuación de la obra evangélica  en Minas y algunos  de los antiguos miembros se unieron a esta nueva denominación para cooperar con ella.

La secta Adventista comenzó su labor en el poblado en el año 1913 con una misionera norteamericana que la mantuvo durante algún tiempo con un grupo de fieles que la secundaban. Estos servicios religiosos se efectuaban semanalmente en la casa de uno de sus miembros, pues no existía capilla ni local dedicado exclusivamente al culto, aún a finales de la década del 40 no se había construido la iglesia.

La práctica del espiritismo se extendió también en el poblado por esta época entre un crecido número de personas, fundamentalmente de las capas más humildes de la sociedad mineña, alcanzando su propagación a los poblados que hoy conforman el municipio Minas.

Se practicaban también otros cultos en el que se incluye los Atalayas y la práctica del curanderismo. En este último se destacó una figura que con los años habría de convertirse en una leyenda que sobrepasó los límites locales. Este hombre, negro, humilde, de origen dominicano era Don Pedro Velázquez.

Vivió en una calle cercana a la carretera que une a Minas con Senado, a la entrada de este último poblado, y que sus pobladores bautizaron con el nombre de "Velázquez" como cariñoso recuerdo a su memoria. Su domicilio era visitado por gran cantidad de personas de distintos lugares en busca de la cura milagrosa de sus enfermos. Vivió sólo y no dejó descendientes, fue muy querido y respetado, por lo que su muerte ocurrida el 25 de abril de 1932, constituyó una manifestación de duelo popular. Fue sepultado en Minas donde aún permanecen sus restos. 

En Lugareño además de la religión católica se practicaban otras manifestaciones de la religión protestante dado en lo fundamental por la presencia en el lugar de los representantes de la CIA norteamericana propietaria del central.

Actualmente existen en el poblado religiones como católica pentecostal, adventista, metodista, testigo Jehová y espiritista también hay asentamientos haitianos, canarios. Árabes, asturianos, jamaicanos y chinos.

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